|
|

Un traductor en tu oreja

Publicado el 22/02/2018

La Feria Internacional de Electrónica de Consumo (CES) 2018 cerró sus puertas en Las Vegas hace unas semanas. Más de 3900 expositores presentaron, en la mayor feria tecnológica del año, las tendencias mundiales en el ámbito de la innovación. Nos llamó particularmente la atención el desarrollo de la inteligencia artificial en el ámbito de los idiomas y de la wearable tecnología. Una gran novedad está a punto de convertirse en un fenómeno: los auriculares inteligentes. Son auriculares inalámbricos que traducen de manera instantánea (en uno o dos segundos), generalmente vía Internet, lo que dice tu interlocutor en otro idioma. Reflejo de un mundo globalizado en el que los intercambios y la movilidad no paran de crecer, el ámbito de la interpretación tiene que responder a una demanda creciente. Pero, ¿no será demasiado bonito para ser verdad? Una pequeña inmersión en el mundo de estos auriculares inteligentes nos ha permitido descubrir sus increíbles logros y el largo camino que le queda por recorrer…


 

Video promocional “Mars, truly innovative Wireless earbuds”

Video promocional “Mars, truly innovative Wireless earbuds”
 

¿Qué es un “auricular inteligente”?

Tenemos que confesar que antes de interesarnos en el concepto de estos auriculares, pensamos que serían más o menos lo mismo que un traductor automático, una herramienta que puede ser útil pero que presenta muchos fallos ya que se enfrenta a los mismos problemas. Sin embargo, la dificultad para concebir dicho aparato es mucho mayor por el número de tecnologías que implica: al hecho de concebir una herramienta de traducción fiable, hay que añadir un sistema de reconocimiento de voz, crear una síntesis vocal y diseñar un aparato diminuto, atractivo y ergonómico.

El concepto es el siguiente: tener un auricular (inalámbrico o no) en el oído que traduzca de manera simultánea y automática lo que te están contando en otro idioma. En cierto modo, un intérprete personal. Dos personas que tienen un auricular pueden pues conversar en sus idiomas respectivos sin barreras de idioma. Para poder alcanzar esta proeza tecnológica es necesario, en el caso de algunos auriculares como el Pilot, descargarse una aplicación móvil que media entre el auricular y la herramienta de traducción automática.

Los idiomas desde o hacia los cuales se traduce dependen del modelo. LINE Mars, presentado en el CES este mes de enero, dispone de diez idiomas. Pilot Translation Earpieces, de Waverly Labs, entiende el inglés, el francés, el italiano, el portugués, el español, el árabe, el chino mandarín, el alemán, el griego, el hindi, el japonés, el coreano, el polaco, el ruso y el turco. En cuanto al Google Pixel Buds… traduce a y desde más de 40 idiomas.
 

Video promocional “Pilot Translation Earpieces, Waverly Labs”

Video promocional “Pilot Translation Earpieces, Waverly Labs”
 

¿Cuál es el proceso de traducción del auricular?

Según Nicholas Ruiz, investigador en el campo de la traducción en Waverly Labs, los sistemas de reconocimiento de idioma pueden reconocer el 90 % de lo que dice la gente. Pero el investigador advierte: cuando el momento es delicado y la traducción necesita un grado muy alto de precisión, las máquinas no son fiables. Eso nos lleva a una pregunta fundamental: ¿Cuál es el procedimiento de traducción adoptado para estos auriculares?

La traducción se efectúa en tres partes: el reconocimiento vocal, la traducción automática y la síntesis vocal. El reconocimiento vocal automático transcribe el discurso captado por el micrófono en palabras. Estas palabras están traducidas gracias a una máquina cuyo funcionamiento obedece a las técnicas y los algoritmos creados en el ámbito del deep learning, al igual que el reciente programa DeepL. Las palabras traducidas se convierten después en sonido gracias a un sintetizador de voz que procura imitar la curva melódica natural de los hablantes. Para el Mars de la empresa LINE Corporation, la traducción está a cargo del traductor Papago, de la empresa Naver, una alternativa a Google Translator que también utiliza algoritmos de predicción.

En cuanto a los Google Pixel Buds, utilizan la base de datos almacenada en Google Translator. Esta es cada vez más fiable ya que se perfecciona a diario con los nuevos contenidos subidos en la web: libros, escritos pertenecientes a organizaciones internacionales y páginas webs. Google recopila millones de textos traducidos (por traductores humanos) y el sistema alinea los textos e interpreta cómo se traduce cada cosa estableciendo patrones. Es pura estadística pero con una experiencia diaria de mil millones de traducciones, funciona “más o menos” correctamente. Esta herramienta se concibió sin la ayuda de ningún lingüista, confiando en el aprendizaje de las máquinas. Para simplificar el proceso y hacerlo más económico, cada idioma pasa por el inglés antes de ser traducido a otro idioma, de allí los numerosos errores gramaticales entre, por ejemplo, los distintos idiomas romances.

Problemas y retos del auricular inteligente para traducir

Imagen promocional Google Pixel Buds

Imagen promocional Google Pixel Buds
 

Para concebir estos aparatos, cuyos primeros modelos han sido vendidos en 2017, los creadores han utilizado los avances del reconocimiento de idioma y de la traducción automática pero se han enfrentado a varios retos.

La primera dificultad al que se han tenido que encarar es grabar de forma nítida las oraciones, eludiendo el ruido ajeno ya que este confunde el reconocimiento de idioma y produce una traducción defectuosa. La mayoría de estos auriculares integran micrófonos con reducción de ruido pero incluso así, los auriculares se fijan muchas veces en el ruido de fondo y los traducen a la par que el discurso del interlocutor.

Otro problema para los usuarios es la conexión a la WIFI, tiene que ser permanente sino la app para la traducción no desempeña su papel. Ahora bien, en un país extranjero, cuando más necesidad de traducción se tiene, más complicado es tener un acceso directo y permanente a la WIFI a la conexión 3G o 4G.

En algunos casos, como en el del Pilot Translation Earpieces, cada usuario tiene que descargarse la app para poder usar el auricular. Esta manera de proceder es poco realista en un país extranjero en el que tendrías que pasar tu auricular de una persona a otra (dejemos de lado el aspecto higiénico) y pedirles a cada una que se descargue la app en el móvil para poder intercambiar contigo.

Por otra parte, surge el problema de una traducción de calidad. Los softwares de traducción automática han logrado avances increíbles estos últimos años pero no consiguen llegar a cierto tipo de contenido. Las referencias culturales, los giros idiomáticos, los regionalismos, el humor o los chistes, las expresiones… son extremadamente difíciles de transmitir. Del mismo modo, un traductor automático no puede proporcionar una traducción válida para una poesía o una novela en la que cada palabra se mide y la melodía tiene tanta importancia como el sentido. La entonación es una parte fundamental de los diálogos y todavía no se ha podido imitar con una máquina.
 

Problemas y retos del auricular inteligente para traducir
 

Lograr un servicio lingüístico de calidad en el que uno se puede fiar para viajar o intercambiar con personas nativas de otro idioma es la clave del éxito de estos productos. Quien mucho abarca, poco aprieta y esta suele ser la regla de oro incluso para los traductores humanos. En este sentido, existe otro traductor wearable, ili, cuya estrategia pasa por delimitar su función. Este objeto diminuto, que se cuelga al cuello o se coge en la mano traduce sin necesidad de conexión a Internet, contiene las frases más comunes cuanod uno viaja. Un laboratorio lingüístico se encarga del desarrollo de la base de datos de traducción lo que asegura una traducción fiable. Lo más interesante de este objeto es que informa de sus límites: las preguntas han de ser sencillas, las frases cortas y las palabras coloquiales o técnicas deben evitarse.
 

Problemas y retos del auricular inteligente para traducir
 

La idea de sustituir un intérprete humano por la tecnología wearable está lejos de ser una realidad. Harán falta muchas mejoras en los auriculares para poder proporcionar una experiencia convincente y eficaz a los usuarios, pero ya se ha empezado a recorrer el camino.

Quizá también te interesen estos otros artículos:

Imagen de Elodie Anthian
Elodie Anthian

Elodie Anthian es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Toulouse (Francia) y máster de Traducción y  Intermediación Cultural (EN-ES>FR) por la Universidad de Salamanca. Actualmente ejerce como Gestora de Proyectos en AbroadLink.

Añadir nuevo comentario