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Cómo vestir en la oficina

Publicado el 15/10/2015

Muchos profesionales al comenzar en el mundo corporativo, cambiar de trabajo o ascender en su empresa se enfrentan al dilema de cómo vestir en la oficina. Es probable que muchos se planteen este interrogante al estar su propio estilo personal alejado del estilo clásico que se usa en el trabajo. Hay empresas en las que es obligatorio llevar un determinado atuendo, y hay otras en las que no. Lo evidente es, que un estilo formal o semi-formal hará que tengamos una imagen exitosa.

Índice de contenidos

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Inhaltsverzeichnis

Indice dei contenuti

  1. ¿Por qué debemos vestir de una forma determinada en el trabajo?
  2. Recomendaciones generales
  3. HOMBRE
  4. MUJER
  5. Otros factores
  6. Actitud
  7. Conclusión

Si entramos en un bufete de abogados y los vemos vestidos de cualquier manera, es muy probable que pierda credibilidad para nosotros y busquemos a la competencia. En este blog encontrará consejos prácticos sobre cómo vestir en la oficina, si quiere profundizar en este tema le recomiendo la publicación del Doctor en Ciencias de la Comunicación Paul Capriotti: “Capriotti Paul. (1999). Planificación estratégica de la imagen corporativa. Barcelona, España”.

¿Por qué debemos vestir de una forma determinada en el trabajo?

El entorno laboral es un ámbito en el que nuestra imagen personal puede mejorar nuestras competencias. Nos puede conferir seguridad, autoridad y profesionalidad. Sólo hay que hacer una prueba para comprobarlo, vamos a cerrar los ojos y visualizar a un hombre y a una mujer con traje de chaqueta. ¿Qué impresión nos causa? La imagen provoca una sensación de alto estatus, de profesionalidad, de seguridad…

Recomendaciones generales

 En este artículo vamos a detenernos en los atuendos de hombre y mujer, pero antes hay una serie de recomendaciones generales para ambos sexos:

  • Ropa bien planchada.
  • Cuidar que no tengamos ninguna mancha.
  • Los zapatos dicen mucho de nosotros, tenerlos limpios y cuidados.
  • Si usamos vaqueros, evitar pantalón desgastado, roto, y ajustado en exceso.
  • Evitar complementos muy recargados.
  • Ropa de nuestra talla, esto es importante, pues queremos sentirnos cómodos durante la larga jornada de ocho horas, y, llevar un pantalón holgado o demasiado ajustado no nos hace ningún favor.   

HOMBRE

Vestimenta de hombre trabajo

Si la empresa es muy formal, lo recomendable es llevar traje. Si es un poco más informal, puede usarse un pantalón de vestir y una camisa, prescindiendo de la corbata. Si es una empresa juvenil, los vaqueros tienen cabida, siempre que no estén rotos ni desgastados. Para los tres casos hay una serie de tips imprescindibles que nos ayudarán a no errar a la hora de vestir en la oficina:

  • Camisas sin estampado.
  • Colores neutros: Blanco, negro, beige, gris, camel…
  • Zapato adecuado tipo Oxford o mocasines, alejarse de las deportivas.
  • Si queremos colores llamativos, limitarlo sólo a la corbata.
  • Pantalón de vestir sin estridencias.
  • Huir de relojes ostentosos.

Le recomiendo la web http://www.eleganciadospuntocero.com/ para profundizar en los detalles.

MUJER

Vestimenta de mujer para el trabajo

La vestimenta femenina ofrece un abanico de posibilidades más amplio que el de los hombres, y por ello, es más complejoQueremos tener un aspecto profesional, y a menos que trabajemos en moda y tengamos más libertad, estos tips son una buena recomendación:

  • Falda clásica de traje.
  • Tacón medio o bajo, no queremos acabar con los pies inflamados al final de la jornada.
  • Camisa sin transparencias.
  • Blazer o chaqueta de traje.
  • Maquillaje natural, o sobrio.
  • Usar colores libremente, excepto los llamados “neón” y “flúor”.
  • El largo de la falda ha de tener un mínimo de 6 centímetros por encima de la rodilla.
  • Evitar escotes profundos y que se vean los tirantes del sujetador.
  • Uñas preferentemente en colores clásicos, marrones, rojos, crema, manicura francesa… evitar verdes, amarillos, azules, etc.
  • Si queremos tener toques originales, podemos jugar con una vestimenta sobria y complementos un poco más atrevidos.
  • Pantalones clásicos, palazzo, pata de elefante, vaqueros rectos oscuros, evitar los pitillos.
  • Bolsos estructurados en colores neutros.

Marisol Gómez,  asesora de imagen con reconocido prestigio, nos ayudará en su página web: www.creandotuestilo.com.

Otros factores

Además de la ropa, hay otra serie de factores a tener en cuenta. Los hombres que llevan barba, han de tenerla cuidada y bien recortada.Una barba descuidada da muy mala impresión. Si el hombre lleva el pelo largo, lo idóneo es recogerlo en una coleta. Para la mujer, un recogido, o el pelo suelto sin que llegue a tapar el rostro es lo apropiado ya que llevar el pelo en mitad de los ojos da sensación de descuido personal. Prestar atención a nuestras uñas, al gesticular es algo en lo que los demás se fijaran y un aspecto sucio o descuidado no favorece a nuestra imagen. Procurar que la atención sea a nuestro rostro y no a otros complementos que puedan distraer. Nuestra sonrisa es una buena carta de presentación, unos dientes limpios y cuidados dan una sensación positiva. El exceso de anillos y pulseras no nos favorece en el entorno laboral.

Actitud

Una buena actitud es imprescindible para triunfar. Una amplia sonrisamirar a los ojos a nuestro interlocutor, mantener una distancia corporal sensata en una conversación, un tono de voz contundente pero no elevado son factores a tener en cuenta a la hora de relacionarnos con nuestros compañeros o superiores, como en nuestra agencia de traducción.

Conclusión

Sólo tenemos que hacer la prueba para comprobar los excelentes resultados de una buena imagen personal. Merece la pena invertir nuestro dinero en un fondo de armario dedicado al atuendo laboral. Podemos comenzar con dos piezas inferiores y seis superiores (por cada pieza inferior 3 prendas superiores), e ir combinándolas entre sí, y poco a poco ir ampliando.

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Imagen de Lidia Rios
Lidia Rios

Escritora técnica y bloguera compatibilizando su trabajo de freelance con estudios en Filología Hispánica, con especialización en literatura del siglo XX. Ganadora del primer premio de relato corto de 2012 y del primer premio en género epistolar de 2013.

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