Cómo conseguir mejores traducciones para tu empresa: 5 estrategias inteligentes

Las malas traducciones no solo son poco agradables de leer, sino que además dañan tu imagen de marca, confunden a tus clientes y, en definitiva, te salen muy, muy caras. Pero tenemos una buena noticia: los mejores resultados no necesariamente significan mayores presupuestos. A menudo, lo que las empresas necesitan es un enfoque más inteligente a la hora de colaborar con los proveedores de traducción.
Tanto si trabajas con un traductor autónomo como con una agencia de traducción, o incluso si realizas las traducciones internamente, estas cinco estrategias prácticas pueden ayudarte a mejorar la calidad y la eficacia a todos los niveles.
En primer lugar, abordemos el elefante en la habitación: «¿La IA va a acabar con la profesión del traductor?»
Cierto es que la traducción automática ha mejorado mucho. Herramientas como DeepL, Google Translate y, sí, incluso ChatGPT pueden producir resultados notablemente buenos. Para un uso ocasional, para borradores o para captar la esencia de un texto, son excelentes.
Pero lo que no son es:
- un sustituto del juicio humano experto,
- una garantía contra errores legales, culturales o técnicos,
- una fuente fiable para contenidos sensibles a la marca o de alto riesgo.
Hay que pensar en la IA como un buen punto de partida, no como una línea de meta. De hecho, muchos profesionales han empezado a utilizar la traducción automática con postedición humana para combinar rapidez y calidad. Pero si tu contenido tiene que ser correcto, claro, coherente, jurídicamente sólido o persuasivo, la inteligencia natural human sigue siendo un elemento indispensable del proceso.
Las empresas más inteligentes están aprendiendo a integrar la IA con cautela, sin confiar ciegamente en ella.
Índice de contenidos
Index of contents
Index du contenu
Inhaltsverzeichnis
Indice dei contenuti
- Compartir lo que más importa: mercado, tono y audiencia
- Solo para profesionales: no lo apuestes todo a las destrezas lingüísticas
- Proporciona archivos fuente editables y accesibles
- El contexto manda: la importancia de contar con una visión completa
- Aprovecha a los expertos internos, pero mantén el equilibrio
1. Compartir lo que más importa: mercado, tono y audiencia
¿A quiénes te diriges? ¿Dónde viven? ¿Qué les importa?
El tono, la formalidad, el vocabulario... todo esto cambia según la región y el grupo demográfico. Por ejemplo, el español utilizado en Colombia difiere significativamente del utilizado en Argentina. El alemán que hablan los adolescentes no se parece en nada al que usan los abogados. Si no defines bien tu público objetivo, tus traducciones pueden ser un absoluto fracaso.
Y aunque la IA pueda «adivinar» el tono o la intención, no conoce la voz ni el público de tu marca a menos que tú lo definas. Sé específico sobre a quién intentas llegar, y tus traductores –humanos o asistidos por IA– tomarán mejores decisiones.
2. Solo para profesionales: no lo apuestes todo a las destrezas lingüísticas
Un empleado bilingüe o un amigo que estudió en el extranjero no es lo mismo que un traductor profesional. La traducción requiere conocimientos del campo, habilidad para escribir, conciencia cultural y, a menudo, herramientas especializadas.
Incluso la IA necesita supervisión cualificada. Del mismo modo que no publicarías un contrato legal generado por ChatGPT sin la revisión de un abogado, no deberías publicar textos de productos o instrucciones de seguridad traducidos por IA sin pasar por un traductor.
¿Quieres garantía de calidad? Trabaja con profesionales cualificados y, si utilizas la traducción automática, acompáñala de una postedición experta.
3. Proporciona archivos fuente editables y accesibles
El envío de PDF o capturas de pantalla no editables sigue siendo uno de los principales escollos de la productividad en los flujos de trabajo de traducción. Los traductores profesionales (y los programas de traducción) trabajan mejor con archivos estructurados y editables: Word, PowerPoint, Excel, HTML, paquetes InDesign, etc.
Las herramientas de traducción modernas también realizan un seguimiento de las repeticiones y crean memorias de traducción, es decir, bases de datos inteligentes que almacenan traducciones anteriores para aumentar la coherencia y reducir los costes a lo largo del tiempo.
Las herramientas de IA pueden ayudar a procesar grandes volúmenes rápidamente, pero sin una entrada estructurada, pueden pasar por alto el contexto o malinterpretar el contenido sensible al diseño y la maquetación. Ayúdales (y ayuda a tu equipo) proporcionándoles archivos fuente limpios desde el principio.
4. El contexto manda: la importancia de contar con una visión completa
Ni la IA más avanzada puede adivinar el significado de «pulsa aquí» si no sabe qué es «aquí». Tanto si utilizas humanos como máquinas, el contexto reduce la probabilidad de error.
Algunos trucos rápidos:
- Comparte capturas de pantalla de elementos de la interfaz de usuario.
- Explica la finalidad del documento.
- Proporcionar materiales de referencia, directrices de marca o traducciones previas.
Un contexto claro capacita a los traductores y mejora los resultados de la traducción automática por igual. Piensa en ello como si le dieras a tu GPS el destino correcto: la ruta será la más directa y con menos baches.
5. Aprovecha a los expertos internos, pero mantén el equilibrio
Tu equipo de ventas, distribuidores o sucursales internacionales conocen tus productos y mercados mejor que nadie. Su aportación sobre terminología, tono y preferencias culturales es inestimable, sobre todo para adaptar tu contenido a un público local.
Implícales desde el principio, pero no les agobies. Un circuito de retroalimentación racionalizado con responsabilidades claras garantiza que la colaboración no se convierta en cuellos de botella. Tú o tu proveedor de servicios lingüísticos podéis incluso utilizar plataformas de revisión estructurada o sistemas de gestión de la traducción para llevar a cabo el proyecto con eficacia.
Conclusión: la calidad de la traducción es una ventaja estratégica
Si tu contenido determina cómo ve la gente tu marca –y casi siempre es así–, la traducción merece algo más que un hueco de última hora en tu flujo de trabajo. Merece una estrategia.
- Conoce a tu público.
- Confía en profesionales.
- Comparte contexto y activos.
- Adopta la tecnología inteligente.
- Incorpora la retroalimentación a tu proceso.
La traducción no está muriendo. Está evolucionando. Y con el enfoque adecuado, tu empresa puede comunicarse mejor, más rápido y con más confianza en cualquier idioma.
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Josh Gambín es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia y en Traducción e Interpretación por la Universidad de Granada. Ha desarrollado diversas funciones como gestor de proyectos, maquetador, y traductor freelance y en plantilla. Desde 2002 es socio fundador de AbroadLink y actualmente desarrolla el cargo de Director de Ventas y Marketing.
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