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Traducción

Publicado el 24/11/2025

La Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés), fundada en 1947, es la entidad de referencia mundial en la creación de normas que garantizan la calidad, la seguridad y la eficiencia de productos y servicios. En el ámbito sanitario y de los dispositivos médicos, la norma ISO 13485 establece los requisitos del sistema de gestión de calidad específico para este sector, asegurando que los procesos cumplen con las regulaciones más exigentes a nivel internacional.

¿Qué es la ISO 13485 y cómo beneficia a una agencia de traducción?

La norma ISO 13485, publicada inicialmente en 2003 y actualizada en 2016, es el estándar internacional que define los requisitos del sistema de gestión de calidad para fabricantes y proveedores de servicios relacionados con los dispositivos médicos. Para una agencia de traducción, adoptar esta norma significa implementar un sistema de gestión alineado con las exigencias regulatorias de la industria sanitaria, lo que se traduce en:

  • Gestión documental conforme a los requisitos del sector médico
  • Control riguroso de los procesos y de los proveedores
  • Trazabilidad completa de las traducciones y revisiones
  • Competencia documentada de los traductores y revisores especializados

Contar con la certificación ISO 13485 demuestra que la agencia trabaja bajo los mismos principios de calidad que los fabricantes de dispositivos médicos.

¿Las agencias de traducción pueden tener la ISO 13485?

¡Sí! Aunque la norma ISO 13485 está pensada principalmente para fabricantes de productos sanitarios, también puede aplicarse a proveedores esenciales del sector médico, como las empresas de traducción especializadas en dispositivos médicos. Estas gestionan contenidos críticos (manuales, etiquetado, instrucciones de uso y documentación regulatoria) que deben cumplir los requisitos de seguridad y conformidad en cada país. Obtener la certificación ISO 13485 demuestra que la empresa aplica procesos controlados, trazables y validados, garantizando traducciones precisas y seguras. Así, los fabricantes internacionales pueden confiar en un socio lingüístico que refuerza su cumplimiento normativo y facilita su expansión global en los mercados de dispositivos médicos.

¿Cómo trabaja una agencia certificada ISO 13485?

Una agencia de traducción certificada según la norma ISO 13485 aplica un sistema de gestión de calidad basado en el enfoque de riesgo, la trazabilidad y la mejora continua, pilares fundamentales del sector médico. En la práctica, esto implica que cada proyecto se gestiona con el mismo rigor que un proceso regulado, incluyendo:

  • Evaluación de los requisitos del cliente y de los documentos fuente
  • Asignación de traductores especializados en terminología médica y normativa
  • Revisión técnica y lingüística por un segundo profesional cualificado
  • Control final de calidad y trazabilidad completa del proceso

Este enfoque garantiza la conformidad, la seguridad y la fiabilidad de cada traducción entregada.

Beneficios de trabajar con una agencia certificada ISO 13485

Para las empresas del sector médico y sanitario, colaborar con una agencia de traducción certificada ISO 13485 ofrece ventajas concretas en términos de calidad, cumplimiento y fiabilidad. Esta certificación garantiza que los procesos de traducción cumplen los mismos estándares internacionales que los aplicables a los dispositivos médicos, asegurando:

  • Conformidad con los requisitos del MDR y del IVDR
  • Trazabilidad total de los documentos traducidos
  • Reducción del riesgo de errores regulatorios o terminológicos
  • Confianza en la calidad y la seguridad del contenido multilingüe

En definitiva, elegir una agencia certificada ISO 13485 significa contar con un socio capaz de garantizar la integridad y el cumplimiento de sus traducciones en entornos altamente regulados.

Compromiso con la calidad y la conformidad normativa

La norma ISO 13485 define las bases para ofrecer servicios que cumplen con los requisitos regulatorios aplicables, asegurando procesos documentados, controlados y auditados por organismos acreditados como Bureau Veritas. Para empresas del ámbito médico, farmacéutico o biotecnológico, trabajar con una agencia certificada ISO 13485 aporta:

  • Conformidad con las exigencias del mercado europeo e internacional
  • Procesos validados, auditables y reproducibles
  • Confidencialidad y seguridad en la gestión de la información
  • Fiabilidad en la terminología y la documentación técnica

Noticias recientes

Tras un reciente ciclo de revisión, la norma ISO 13485 permanecerá sin cambios por ahora, ya que el comité técnico decidió no introducir una nueva versión. No se prevén actualizaciones antes de 2030, por lo que la edición de 2016 sigue siendo el marco válido y reconocido internacionalmente para la gestión de la calidad en el sector de los dispositivos médicos. Esta reafirmación aporta estabilidad y confianza a las empresas certificadas, confirmando que sus sistemas y certificaciones actuales continúan cumpliendo las expectativas internacionales. En esencia, nada cambia: una señal clara de continuidad, fiabilidad y compromiso duradero con la calidad.

Elegir una agencia de traducción certificada ISO 13485 no es solo una cuestión de calidad lingüística, sino una garantía de cumplimiento normativo y de seguridad para su empresa.

AbroadLink Traducciones cuenta con las certificaciones ISO 13485, ISO 17100 e ISO 9001, todas renovadas en 2025, reafirmando su compromiso con la excelencia, la trazabilidad y la calidad en los servicios de traducción para el sector médico y técnico.

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Alex Le Baut

Con formación en Marketing y Comercio Internacional, Alex siempre ha sentido una fuerte atracción por los idiomas y por las diferentes culturas. Originario de Bretaña, en Francia, ha vivido en Irlanda y México antes de volver a Francia y establecerse definitivamente en España. En la actualidad ejerce el cargo de CGO (Chief Growth Officer) en AbroadLink. 

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Publicado el 17/11/2025

La Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés), fundada en 1947, es la referencia internacional más reconocida para el establecimiento de normas que garantizan calidad, seguridad y eficiencia en productos y servicios a nivel global. En el ámbito de la traducción profesional, esta organización define estándares específicos que permiten a una agencia ofrecer un servicio fiable, documentado y conforme a las mejores prácticas internacionales.

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¿Qué es la ISO 17100 y cómo beneficia a una agencia de traducción?

La norma ISO 17100, publicada en mayo de 2015, es el estándar internacionalmente reconocido para los servicios de traducción. Para una agencia de traducción, adoptar esta norma implica cumplir con una serie de requisitos que elevan su nivel de profesionalidad y credibilidad, tales como:

  • Competencia lingüística y profesional de los traductores
  • Gestión adecuada de proyectos
  • Procesos definidos de control de calidad
  • Trazabilidad documental

Contar con la certificación ISO 17100 significa que la agencia trabaja según un sistema validado internacionalmente y ofrece garantías sólidas.

¿Cómo trabaja una agencia certificada ISO 17100?

Cuando una agencia de traducción cuenta con la certificación ISO 17100, significa que sigue un proceso de trabajo estandarizado que garantiza la calidad de cada traducción.

Este estándar internacional define cómo deben gestionarse los proyectos para asegurar precisión, coherencia y profesionalidad en todo momento. En la práctica, el proceso incluye:

  • Análisis del proyecto por un gestor cualificado
  • Traducción a cargo de profesionales acreditados
  • Revisión completa por un segundo traductor
  • Comprobación final de calidad

Contar con esta certificación significa que la agencia sigue un sistema validado internacionalmente.

Beneficios de trabajar con una agencia de traducción certificada ISO 17100

Para las empresas que externalizan sus traducciones, colaborar con una agencia certificada según la norma ISO 17100 se traduce en una experiencia más segura y resultados de mayor calidad.
Esta certificación garantiza que cada proyecto se gestiona siguiendo estándares reconocidos internacionalmente, lo que se refleja en:

  • Precisión terminológica, gracias al uso coherente de la terminología técnica y específica de cada sector
  • Coherencia, tanto dentro de un mismo documento como entre distintos proyectos
  • Localización, con adaptaciones lingüísticas y culturales adecuadas al mercado de destino
  • Calidad asegurada, mediante revisiones y controles en cada etapa del proceso

En resumen, elegir una agencia certificada ISO 17100 significa contar con un socio de traducción que prioriza la fiabilidad, la consistencia y la excelencia lingüística.

Compromiso con la calidad y profesionalidad

La norma ISO 17100 establece los requisitos que deben cumplir las agencias para ofrecer traducciones precisas, coherentes y revisadas por expertos, siguiendo procesos controlados y auditados por organismos acreditados como Bureau Veritas.

Para sectores regulados, como el médico, el farmacéutico, el técnico o el industrial, colaborar con una agencia de traducción certificada ISO 17100 aporta un valor añadido:

  • Fiabilidad y profesionalidad en cada proyecto
  • Cumplimiento de estándares internacionales de calidad
  • Procesos documentados, controlados y auditados
  • Seguridad y precisión en la gestión terminológica y la localización

Elegir una traducción certificada ISO 17100 no es solo una decisión técnica, sino una inversión en calidad, cumplimiento normativo y confianza.

AbroadLink Traducciones cuenta con las certificación ISO 17100, así como las ISO 13485 y la ISO 9001, todas renovadas en el 2025.

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Letizia Franco
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Publicado el 03/11/2025

El mundo de la traducción profesional se mantiene en un delicado equilibrio entre traductores autónomos y agencias de traducción. Ambos desempeñan un papel fundamental para garantizar que diferentes tipos de textos, como por ejemplo los técnicos, se adapten correctamente a diferentes idiomas y culturas. Sin embargo, no todos saben cómo se desarrolla la colaboración entre ambos. En este artículo veremos juntos quiénes son los traductores autónomos, las agencias de traducción y cómo se enfrentan a las posibles dificultades en la relación profesional. Concluiremos con algunos consejos para establecer una colaboración duradera y beneficiosa para ambas partes.

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Traductores autónomos: la palabra clave es independencia

La figura del traductor autónomo es una de las más comunes. Es un profesional que trabaja de manera autónoma, sin estar vinculado con un contrato de empleado a una única empresa. La libertad que caracteriza al traductor autónomo representa uno de sus principales puntos fuertes: puede elegir a sus propios clientes, establecer tarifas y tiempos, y especializarse en sectores como la medicina, la tecnología o el marketing.

Trabajar como traductor autónomo también significa poder establecer una relación directa con el cliente. De esta manera, es posible comprender mejor sus necesidades y, así, ofrecer un servicio personalizado. Sin embargo, esta libertad conlleva desafíos. El traductor autónomo debe ocuparse de todos los aspectos de su trabajo: desde la promoción de los servicios hasta la gestión de las facturas, desde el cumplimiento de los plazos hasta la revisión de los textos. Además, en un mercado cada vez más competitivo, es fundamental mantenerse actualizado sobre las herramientas de traducción asistida (TAO) y las plataformas de gestión terminológica. Solo así el traductor autónomo puede garantizar eficiencia y coherencia terminológica en los proyectos.

Agencias de traducción: organización, tecnología y calidad a gran escala

Por otra parte, una agencia de traducción, es decir, un proveedor de servicios lingüísticos (LSP, por sus siglas en inglés), representa un punto de encuentro entre la demanda y la oferta lingüística. Es algo diseñado para actuar como intermediario entre traductores y terceros que necesitan un servicio de traducción. Pueden estar compuestas por equipos de traductores internos o trabajar con traductores externos: hoy en día, de hecho, es cada vez más común que las agencias de traducción estén compuestas principalmente por gestores de proyectos y responsables de marketing o ventas. Esta estructura permite a las agencias trabajar con gran flexibilidad, ya que pueden elegir al traductor autónomo que mejor se ajuste a las características generales y específicas del proyecto de traducción en cuestión. Veamos brevemente cómo se desarrolla el flujo de trabajo de una agencia de traducción.

  1. Análisis del proyecto y presupuesto: el texto se evalúa en función de la combinación lingüística, la dificultad y el plazo de entrega.
  2. Asignación del trabajo: el gestor de proyectos selecciona al traductor más adecuado según el tipo de texto, el sector, el ámbito de especialización del traductor y su experiencia.
  3. Traducción y revisión: la mayoría de las agencias de traducción utilizan un modelo de inteligencia artificial entrenado para traducir. Después de la traducción, el texto debe pasar por una fase de post-edición y, posteriormente, una o más fases de control de calidad (QA).
  4. Entrega y retroalimentación: la agencia garantiza la entrega en los tiempos acordados y gestiona posibles solicitudes de modificación.

Las agencias de traducción modernas operan con tecnologías avanzadas: sistemas de gestión de traducciones (TMS, por sus siglas en inglés), memorias de traducción y glosarios compartidos para asegurar coherencia entre los proyectos. Como ocurre en nuestra agencia de traducción, también es posible ofrecer servicios complementarios como localización y maquetación multilingüe (DTP), que difícilmente un traductor autónomo puede cubrir por sí solo.

Hoy en día, las agencias se están adaptando rápidamente a las transformaciones tecnológicas. Según el ELIS 2025, más del 50 % de las agencias de traducción europeas ya utilizan traducción automática (TA) o IA en sus flujos de trabajo, y alrededor del 65 % señala que este cambio ha tenido un impacto directo en la reducción de precios.

Elegir una agencia significa confiar en una estructura organizada, capaz de gestionar grandes volúmenes, proyectos multilingües y plazos ajustados y, al mismo tiempo, garantizar calidad y uniformidad estilística.

Traductores y agencias en desacuerdo

Como en toda relación profesional, también entre traductores y agencias de traducción pueden surgir malentendidos o divergencias: las expectativas no coinciden, la comunicación no es lo suficientemente clara, o está ausente, no se respetan los plazos... y un largo etcétera. ¿La solución? Apostar por la transparencia y el diálogo y definir desde el principio las condiciones, las tarifas, los plazos de entrega y las modalidades de pago.

Por un lado, el traductor autónomo debería mantener siempre una actitud profesional, respetar los plazos y aceptar los comentarios constructivos como oportunidades de mejora. La agencia, por otro lado, ha de intentar ser clara en la comunicación, ofrecer compensaciones adecuadas y promover una relación que se basa en el respeto mutuo.

Construir una relación de confianza es la clave para una colaboración duradera. Una agencia que reconoce el valor de sus traductores tiende a fidelizarlos, mientras que un traductor confiable se convierte en un recurso valioso y estable en el tiempo.

Para quienes buscan servicios de traducción, acudir a una agencia significa estar seguro de que puedes contar con un proceso controlado y de una calidad constante en el tiempo. Un buen punto de partida para descubrir cómo funciona una colaboración de este tipo es visitar nuestro sitio, AbroadLink: somos una agencia de traducción especializada en diferentes ámbitos. Si deseas solicitar un presupuesto, completa el formulario Presupuesto de traducción para recibir una propuesta personalizada.

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Letizia Franco
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Publicado el 27/10/2025

Las traducciones realizadas por IA de uso general resultan económicas, pero a menudo hacen perder tiempo a los profesionales. Descubre por qué solo una agencia de traducción que utiliza herramientas de IA profesionales puede garantizar calidad, coherencia y ahorro.

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Una analogía reveladora: el corte de pelo casero

Imaginemos: pides cita en la peluquería, pero antes de ir, decides cortarte el pelo tú mismo, pensando que eso ahorrará tiempo al peluquero. ¿Absurdo? Sin duda.

Y sin embargo, esta situación ilustra perfectamente lo que viven muchos profesionales de la traducción cuando se les entrega una traducción generada por una inteligencia artificial (IA) de uso general, pretendiendo que solo tengan que «pulir».

La ilusión de un ahorro de tiempo y dinero

Detrás de este reflejo se esconde una idea preconcebida:

«No es perfecto, pero sirve de base, ¡y me saldrá más barato!»

En realidad, es todo lo contrario. En el 100 % de los casos, la calidad de las traducciones generadas por herramientas accesibles al público en general es insuficiente para servir de base sólida para una revisión profesional. Estos textos a menudo deben ser completamente revisados, o incluso rehechos desde cero.

La IA no es el problema. El mal uso, sí.

Seamos claros: la IA no es una enemiga. Es incluso una herramienta inestimable, que transforma profundamente nuestro oficio. En AbroadLink integramos la inteligencia artificial en nuestro proceso desde hace varios años. Combinada con nuestras herramientas TAO (traducción asistida por ordenador), permite producir contenidos de alta calidad, adaptados a las necesidades específicas de cada proyecto.

Si quieres saber más, consulta nuestro artículo sobre las herramientas TAO.

¿La diferencia? Un uso profesional de la tecnología

Lo que distingue a una agencia de traducción profesional de los generadores de IA gratuitos es la potencia de los modelos utilizados y el entorno de trabajo en el que están integrados. Nuestras herramientas nos permiten:

  • explotar modelos de IA lingüística de última generación,
  • entrenar estos modelos según temáticas o proyectos específicos,
  • incorporar glosarios, memorias de traducción, guías de estilo, etc.

Resultado: la calidad de traducción producida por nuestras herramientas profesionales no tiene comparación con la de las IA de uso general.

Por qué tus traducciones de IA nos hacen perder tiempo

Cuando un cliente nos envía un texto pretraducido con una IA, nuestra primera tarea es evaluar si este contenido es aprovechable. Y la mayoría de las veces, no lo es. Nos vemos entonces obligados a solicitar el texto original, para reiniciar el trabajo sobre bases sólidas, con nuestras propias herramientas.

En otras palabras, no solo estas traducciones automáticas no nos ayudan, sino que a menudo retrasan el proceso global.

La verdadera buena noticia: la IA bien utilizada permite optimizar los costes

Cuando se integra correctamente en nuestro flujo de producción, la inteligencia artificial permite una reducción significativa del coste final. En promedio:

  • la generación de traducción automatizada por nuestra parte representa del 20 al 30 % del coste total de un proyecto;
  • el resto corresponde a la revisión humana, o posedición: una etapa crucial que consiste en comparar el texto fuente y la versión traducida, verificando gramática, ortografía, estilo, exactitud y coherencia.

Al final, un proyecto que combina traducción IA + revisión humana cuesta en promedio un 30 % menos que una traducción 100 % humana.

Si quieres saber más, consulta nuestro artículo sobre las tarifas de traducción con IA.

Conclusión: para ganar tiempo y calidad, envíanos el texto original

La idea es simple: si realmente deseas optimizar tu presupuesto y los plazos de entrega, confíanos directamente el texto a traducir. Sabremos sacarle el máximo partido combinando la potencia de las mejores herramientas de IA del mercado con la experiencia humana de nuestros traductores nativos.

Porque en materia de traducción, como en peluquería: es mejor dejar que los profesionales se encarguen del trabajo de principio a fin.

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Alex Le Baut

Con formación en Marketing y Comercio Internacional, Alex siempre ha sentido una fuerte atracción por los idiomas y por las diferentes culturas. Originario de Bretaña, en Francia, ha vivido en Irlanda y México antes de volver a Francia y establecerse definitivamente en España. En la actualidad ejerce el cargo de CGO (Chief Growth Officer) en AbroadLink. 

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Publicado el 20/10/2025

La traducción jurídica desempeña un papel estratégico en la protección de los intereses de una empresa o un particular en el extranjero. En un mundo en el que el comercio, las asociaciones y las obligaciones contractuales se extienden mucho más allá de las fronteras nacionales, resulta indispensable garantizar que los documentos oficiales sean comprensibles, válidos y vinculantes en la lengua del país en cuestión.

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La importancia de la traducción jurídica en el extranjero

La traducción jurídica implica algo más que la simple transposición de un texto de una lengua a otra. Requiere una comprensión profunda de la cultura legal, los conceptos jurídicos y los marcos normativos de los países en cuestión. No basta con que un documento sea comprensible, sino que debe producir los mismos efectos legales en la lengua de llegada que en la lengua de partida. En otras palabras, el traductor actúa como puente entre dos sistemas jurídicos a menudo muy diferentes. Pero incluso cuando un documento se utiliza en un solo ordenamiento jurídico, una traducción inexacta puede comprometer su aplicación. Una cláusula mal interpretada, un término clave mal traducido o un malentendido de una obligación contractual pueden tener repercusiones importantes: litigios, nulidad parcial del contrato, sanciones reglamentarias, incluso el rechazo de todo un expediente administrativo.

Por tanto, la traducción jurídica es esencial, no solo en un contexto internacional, sino también para garantizar la correcta aplicación de la ley dentro de una misma jurisdicción. Por ejemplo, en la Unión Europea, las traducciones deben respetar la equivalencia jurídica de las versiones en cada idioma oficial para garantizar el mismo alcance jurídico. En el Reino Unido, donde la ley se basa en el derecho anglosajón, cualquier ambigüedad en un contrato traducido puede poner en duda su validez. Otras jurisdicciones, como Canadá o Marruecos, también imponen normas estrictas según el tipo de documento y la lengua oficial del territorio.

Documentos que requieren traducción jurídica

Entre los documentos que se traducen con más frecuencia están los contratos comerciales, los estatutos de las empresas, las sentencias judiciales, los documentos notariales (testamentos, poderes, escrituras de propiedad) y los del registro civil (certificados de nacimiento, de matrimonio, etc.). También suele ser necesario traducir documentos de propiedad intelectual, en particular patentes registradas en varios países.

Estos documentos exigen precisión, rigor y un profundo conocimiento de los sistemas jurídicos de ambas lenguas. En algunos casos, una traducción simple puede bastar para la comprensión interna. Pero si el documento va a utilizarse con fines oficiales, es imprescindible una traducción jurada o certificada.

Quién puede proporcionar una traducción jurídica fiable

Además de la experiencia práctica, determinados diplomas y certificaciones refuerzan la legitimidad de los traductores jurídicos. Un máster en traducción especializada o en derecho aplicado a la traducción suele ser muy bien valorado. A nivel internacional, las certificaciones expedidas por organismos profesionales como la ATA (American Translators Association), el CIOL (Chartered Institute of Linguists) y las certificaciones ISO también son referentes de calidad. Estas cualificaciones garantizan que el traductor no solo domina las lenguas, sino también los marcos jurídicos y las terminologías propias de cada sector.

La elección del proveedor de servicios para una traducción jurídica nunca debe tomarse a la ligera. En España, los traductores jurados están oficialmente acreditados por el Ministero de Asuntos Exteriores. En otros países, como Estados Unidos o el Reino Unido, el marco es diferente, pero a menudo se exige la certificación mediante una declaración del traductor que garantice la exactitud del trabajo.

Una agencia de traducción especializada en traducción jurídica sabrá ofrecer profesionales experimentados, competentes en los ámbitos jurídicos pertinentes y que cumplan los requisitos de la norma ISO 17100. Para garantizar la fiabilidad, comprueba que tu proveedor de servicios tiene las siguientes aptitudes:

  • dominio de la terminología jurídica en ambos idiomas,
  • conocimiento de los ordenamientos jurídicos,
  • experiencia demostrada en traducciones similares.

Garantizar la confidencialidad de tus documentos jurídicos

La confidencialidad no es solo un compromiso moral. Se basa en procedimientos rigurosos y recursos técnicos: acceso restringido a los archivos, cifrado de las comunicaciones y alojamiento seguro de los datos. Las agencias especializadas en traducción jurídica elaboran este tipo de protocolos, acompañados de acuerdos de confidencialidad firmados por cada una de las partes implicadas. Es este rigor el que marca la diferencia entre un servicio poco profesional y el de un socio de confianza.

También garantiza la trazabilidad de las operaciones y el cumplimiento de las normas de ciberseguridad, así como las recomendaciones de organismos oficiales como el INCIBE en España y los estándares de internacionales. Todo esto permite proteger tus datos sensibles de filtraciones o usos indebidos.

Proceso típico de traducción jurídica: Etapas y plazos

Un proceso típico comienza siempre con un análisis en profundidad del documento y su contexto jurídico. El cliente proporciona la información necesaria sobre la finalidad del documento, la jurisdicción correspondiente, los destinatarios finales y cualquier requisito específico (formatos, menciones, legalizaciones). En base a esto, se asigna un traductor especializado al proyecto.

A continuación, se realiza la traducción teniendo en cuenta las equivalencias jurídicas, el estilo de redacción previsto y las limitaciones de la lengua de destino. A esto le sigue una fase de revisión, realizada por un segundo experto que comprueba la fidelidad al texto original, la coherencia terminológica y la exactitud de las referencias jurídicas. Si es necesario, un abogado o notario puede llevar a cabo una revisión final, sobre todo en el caso de documentos con implicaciones jurídicas directas.

Por último, se preparan los archivos para su entrega oficial, con especial atención a la maquetación, las firmas, los sellos y las menciones obligatorias. Según el país, puede añadirse una fase de certificación, legalización o apostilla, lo que amplía los plazos de entrega. Estos plazos pueden variar de 24 horas a varios días, en función de la complejidad, la longitud del texto y el nivel de certificación necesarios.

Para garantizar la seguridad de tus proyectos internacionales, lo mejor es recurrir a una agencia de traducción con experiencia demostrada en el ámbito jurídico. Al elegir a expertos en traducción jurídica, te aseguras de que tus documentos se tratan con rigor, discreción y conformidad normativa. Es una valiosa garantía contra los riesgos jurídicos asociados a las diferencias culturales, lingüísticas y normativas entre países.

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Djobdi SAIDOU

Assistant marketing chez Abroadlink, Djobdi SAÏDOU est actuellement en deuxième année de Master Langues Étrangères Affaires Internationales à l'Université de Lorraine. Il est également titulaire d'une licence de langues étrangères appliquées.

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Publicado el 09/10/2025

La inteligencia artificial está transformando los procesos de traducción en las agencias profesionales. A diferencia de la simple traducción automática a través de DeepL o Google Translate, las agencias utilizan herramientas TAO (Traducción Asistida por Ordenador) avanzadas, que incorporan memorias de traducción, glosarios y algoritmos neuronales personalizables. El objetivo es aumentar la productividad al tiempo que se garantiza la coherencia terminológica.

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Diferenciar entre traducción automática y traducción humana asistida por IA

Hay que hacer una distinción fundamental entre la inteligencia artificial utilizada por sí sola para traducir y la integrada en un proceso de colaboración con un traductor humano. Cuando funciona de forma autónoma, la IA ofrece una traducción rápida y bruta, capaz de procesar grandes volúmenes de texto en un tiempo récord. Sin embargo, este enfoque tiene importantes limitaciones: son frecuentes los errores de contexto, las términos imprecisos y las torpezas de estilo, sobre todo en textos especializados o llenos de matices. En cambio, cuando la IA se combina con la intervención humana en un proceso de postedición, su rendimiento aumenta considerablemente. El traductor profesional aporta su dominio lingüístico, sensibilidad cultural y conocimiento de los requisitos específicos del cliente para afinar el texto generado por la IA. Esta colaboración garantiza un resultado fluido, preciso y adecuado, respetando el tono, la terminología y las sutilezas del mensaje original. La combinación de tecnología y habilidades humanas es la mejor forma de garantizar la calidad y fiabilidad de tus traducciones.

Ventajas de la IA

Integrar la inteligencia artificial en los procesos de traducción ofrece una serie de ventajas estratégicas a las empresas. En primer lugar, la velocidad de procesamiento es notable: las herramientas basadas en IA pueden traducir grandes volúmenes de contenido en un tiempo récord, lo que resulta especialmente útil en contextos en los que se trabajo con plazos ajustados. En segundo lugar, estas tecnologías garantizan la coherencia de la traducción al mantener una terminología uniforme en todo el texto, lo que es esencial para preservar la imagen de marca y la claridad del mensaje. Otra gran ventaja es la optimización de costes: al memorizar el contenido y reconocer los segmentos repetitivos, las traducciones pueden procesarse con mayor eficacia, reduciendo así el coste.
Plataformas como TextUnited, Weglot y Smartling ya aplican este enfoque híbrido, que combina la automatización inteligente y la intervención humana para ofrecer soluciones de traducción de alto rendimiento, coherentes y rentables.

Cómo utilizan las agencias de traducción la inteligencia artificial en la práctica

Las mejores agencias de traducción combinan varias herramientas para ofrecer un servicio de calidad.

En concreto, utilizan motores neuronales de traducción privados, como DeepL Pro, capaces de producir traducciones automáticas de alto rendimiento. Estos motores pueden mejorarse con glosarios personalizados, es decir, listas de términos específicos que el cliente quiere que se traduzcan de una determinada manera. Esto garantiza la coherencia terminológica y la fidelidad al vocabulario específico de cada sector.
Pero la tecnología por sí sola no basta. Las agencias de traducción establecen flujos de trabajo colaborativos, utilizando la inteligencia artificial como punto de partida. A continuación, el texto es revisado por un traductor profesional, que ajusta el estilo, el tono y el significado, y luego es corregido por un hablante nativo para garantizar la fluidez y la adecuación cultural.
Es decir, se incluye sistemáticamente una última comprobación humana, incluso cuando el texto ha sido pretraducido por la IA. Esta etapa nos permite corregir posibles errores, armonizar el contenido y garantizar que el mensaje se adapta perfectamente al público objetivo.

Gracias a este enfoque combinado, las agencias de traducción ofrecen servicios rápidos, precisos y muy fiables.

Comparación de precios : IA sola, IA + humano, humano solo

Los dos factores principales que interesan a los clientes a la hora de elegir entre la traducción por IA o por un humano son la calidad y el coste. Aquí tienes una tabla que resume los distintos precios de traducción según los procesos implicados :

Modalidad de traducción Precios orientativos Comentarios
Humano solo (agencia) 0,10 a 0,20 € / palabra Traducción realizada por profesionales especializados, con revisión y control de calidad incorporados. Ideal para contenidos técnicos, jurídicos o de marketing.
Sólo humano (freelance) 0,08 a 0,11 € / palabra Traducción realizada por un traductor autónomo o no especializado. Adecuada para textos sencillos o menos técnicos.
IA sola desde 0,002 € / palabra Muy económica, pero con riesgo de errores, malentendidos y torpezas de estilo. Mejor evitar para textos con contenido sensible.
AI + posedición desde 0,02 € / palabra La IA hace una traducción inicial, luego un humano corrige y mejora el texto. Un buen compromiso para contenidos poco sensibles o de uso interno.
Suscripciones IA 15 a 1 299 € / mes Acceso ilimitado o ampliado a plataformas de traducción automática (por ejemplo, DeepL, Weglot). Útil para empresas con necesidades de traducción recurrentes, como la gestión de sitios web multilingües.

El equilibrio adecuado entre tecnología y experiencia humana

La IA puede reducir los plazos y los costes, pero no siempre es la solución más fiable. Para los contenidos sensibles (médicos, jurídicos o de marketing), la intervención humana sigue siendo esencial. La IA está redefiniendo el panorama de la traducción profesional, pero por sí sola no es suficiente. Un servicio de traducción de calidad ofrece un acompañamiento personalizado según el nivel de exigencia de tu proyecto. Es esta combinación de tecnología y experiencia humana lo que garantiza una traducción fiable y llena de matices, que satisface las expectativas de las empresas.

¿Necesitas ayuda personalizada? Ponte en contacto con nuestro equipo para evaluar juntos la mejor solución –IA, postedición o traducción humana desde cero– según tus objetivos y presupuesto.

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Djobdi SAIDOU

Assistant marketing chez Abroadlink, Djobdi SAÏDOU est actuellement en deuxième année de Master Langues Étrangères Affaires Internationales à l'Université de Lorraine. Il est également titulaire d'une licence de langues étrangères appliquées.

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Publicado el 06/10/2025

Sin la traducción, el manga habría permanecido sin duda confinado en Japón. Gracias a la traducción, muchas personas pueden disfrutar de este nicho cultural, de este arte directamente venido desde Japón, lo que ha contribuido enormemente a su desarrollo a escala mundial. Pero traducir un manga es algo más que cambiar palabras de un idioma a otro. Es un arte delicado, que implica la transmisión de toda una cultura, haciendo malabares lingüísticos y elaborando infinitas estrategias de adaptación. También consiste en convencer a un público objetivo y elegir las palabras adecuadas para que un manga sea bien acogido en todo el mundo.

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Cruzando fronteras

En Japón, el manga es una institución desde hace mucho tiempo (según Wikipedia: el primer manga considerado como tal data de 1902), leído por todas las generaciones y publicado cada semana en revistas de gran tirada como Weekly Shōnen Jump (literalmente «el salto semanal de los jóvenes»), una revista de prepublicación de manga, generalmente dirigido a jóvenes y adolescentes. Sin embargo, durante décadas, este patrimonio cultural permaneció confinado en el archipiélago nipón. Hasta la década de 1980 no se involucraron las primeras editoriales extranjeras. En España, la editorial Planeta DeAgostini publicó Dragon Ball por primera ve en Europa, serie que se convirtió rápidamente en un éxito que allanó el camino a otras creaciones. En Estados Unidos, Viz Media apostó por Sailor Moon y Pokémon, que pasaron del estatus de cómic exótico al de producto de cultura popular global. Así, la traducción ha actuado como un auténtico pasaporte cultural, permitiendo que el manga saliera de su territorio original y entrara en el imaginario colectivo internacional.

Un trampolín económico

Esta apertura no solo ha tenido un gran impacto cultural, sino que también ha generado una industria millonaria. Una vez traducido, el manga se vende en tiradas gigantescas y estructura todo un mercado. En Francia, representan ya la mitad de las ventas de cómics. Han ido apareciendo editoriales especializadas y nuevas profesiones, desde la traducción y la edición hasta la adaptación gráfica de los bocadillos. Y cada éxito trae consigo otros mercados: anime doblado y subtitulado, videojuegos localizados y merchandising.

El ejemplo de Demon Slayer es especialmente revelador. Publicado en 2016 en Japón, fue rápidamente traducido y distribuido por todo el mundo. El resultado: más de 150 millones de copias vendidas, una película que batió récords de la taquilla y una avalancha de merchandising. Sin una traducción rápida, un éxito de tal calibre habría sido imposible. Incluso la piratería goza de gran cabida y popularidad, con el fenómeno «scanlation» (de inglés scan + translation), es decir, mangas digitalizados y traducidos por los fans. Estas traducciones no son oficiales, pero permiten que muchos lectores tengan acceso a los nuevos capítulos antes de que se publiquen en el país en cuestión (generalmente, justo después de que se publiquen en Japón), y han contribuido a acelerar el proceso: para satisfacer la demanda de los lectores, las editoriales oficiales han tenido que ofrecer traducciones casi simultáneas, lo que ha transformado los hábitos de producción.

Entre la lealtad y la adaptación

Traducir un manga también significa aventurarse en un terreno complicado. Durante mucho tiempo, los editores favorecieron la adaptación, a veces a costa de la pérdida cultural. En la década de 1990, los famosos onigiri de Pokémon (bolas de arroz envueltas en alga nori) se transformaron en «bocadillos» para que resultaran más familiares a los lectores occidentales. Desaparecieron sufijos honoríficos como -san y -sama por considerarse demasiado complicados. Estos sufijos japoneses se colocan tras el nombre del interlocutor para dirigirse a este según su estatus social. Cuentan con variantes para chicas y chicos jóvenes (-chan y -kun) y se han venido traduciendo generalmente como «señor» y «señora». Como resultado, se diluyó parte de la identidad de los personajes y de la cultura japonesa.

Sin embargo, desde la década de los 2000, se está produciendo la tendencia contraria. Ahora los traductores optan por mantener los términos japoneses, para estimular la curiosidad del lector. El ramen sigue siendo ramen, el onigiri, onigiri. Lejos de ser un obstáculo, estas decisiones realzan el atractivo de la cultura japonesa y convierten cada manga en una pequeña ventana a la vida cotidiana del país. Gracias a esta mayor fidelidad, la traducción ha contribuido a que los lectores extranjeros conozcan la gastronomía japonesa, los festivales, el sistema escolar y las creencias tradicionales.

Una influencia recíproca

La traducción no solo ha difundido el manga en el extranjero, sino que también ha inspirado nuevas tendencias creativas. En Francia, los autores se han apropiado del formato para crear lo que se conoce como manfra («manga francés»), como Radiant, de Tony Valente, que incluso llegó a publicarse en Japón, cerrando simbólicamente el círculo. En Canadá, la serie de cómics Scott Pilgrim mezcló los códigos gráficos del manga y el cómic norteamericano con un éxito considerable. Este fenómeno ha dado lugar a lo que ahora se conoce como «global manga», una estética híbrida que se comparte y adapta en todo el mundo.

Los retos de la profesión

Como hemos visto, detrás de cada tomo de manga traducido hay un trabajo invisible pero complejo (puedes echar un vistazo a nuestro artículo anterior sobre los bastidores de la traducción). El traductor tiene que encontrar equivalentes para juegos de palabras que a veces son intraducibles, decidir cómo representar las innumerables onomatopeyas japonesas, adaptar el texto al tamaño de los bocadillos y cumplir plazos cada vez más ajustados. Es a la vez artesano del lenguaje, mediador cultural y equilibrista bajo presión.

Conclusión

La traducción ha sido y es mucho más que una simple herramienta de transposición lingüística. Ha abierto mercados, ha creado una industria multimillonaria, ha difundido la cultura japonesa y ha inspirado a nuevas generaciones de autores occidentales. Sin ella, el manga probablemente habría seguido siendo un tesoro local. En cambio, gracias a ella se ha convertido en una cultura global, que se estudia en las universidades y se celebra tanto en las ferias del libro como en las convenciones de fans.

La próxima vez que abras un volumen de One Piece o My Hero Academia, recuerda que detrás de cada línea graciosa, cada discurso heroico y cada onomatopeya impactante, hay un traductor que ha hecho esa historia accesible a todo el mundo. Sin este trabajo, a menudo invisible, el manga nunca habría llegado a ser un arte universal. Por esta razón, sabes que puedes contar con nuestra empresa de traducción si necesitas una traducción al japonés.

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Tristan Rochas
Este artículo ha sido escrito por Tristan Rochas, estudiante de primer curso de Traducción Especializada Multilingüe en la Universidad de Grenoble Alpes, especializado en inglés y japonés. Apasionado de las lenguas y de la cultura japonesas, su ambición es continuar sus estudios en Japón y labrarse allí su futuro profesional.
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Publicado el 22/09/2025

La traducción es un trabajo entre bastidores: suele pasar desapercibida, pero es absolutamente necesaria para tareas tan cotidianas como ver una serie extranjera o entender las instrucciones de tu cafetera. No nos damos cuenta, pero está en todas partes: aplicaciones, series, manuales, menús...

Traducir es algo más que hacer malabares con las palabras: es una habilidad, un arte practicado entre bambalinas por profesionales, los traductores, que transforman textos en bruto en mensajes claros, adaptados y naturales.

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Entre bastidores de una buena traducción

Antes de llegar a tus manos o a tu bandeja de entrada, las empresas de traducción, como AbroadLink, tienen que pasar por: 

  • traducción,
  • investigación terminológica (encontrar la palabra adecuada),
  • postedición,
  • revisión bilingüe,
  • revisión ortotipográfica,
  • maquetación,
  • entrega.

Los traductores utilizan herramientas TAO (Trados Studio, memoQ, SmartCat, etc.) que segmentan los textos, almacenan memorias de traducción y sugieren términos. Este software ayuda, pero nunca sustituye al ojo experto.

Trabajo en equipo

Contrariamente al tópico, el traductor no vive solo en una choza con un diccionario y un gato (bueno... no todos).

Las traducciones de calidad suelen implicar:

  • un traductor especializado,
  • un corrector que evite interpretaciones erróneas (no es lo mismo presión arterial que depresión arterial, sobre todo para el diagnóstico),
  • un posteditor que corrige los errores de la traducción automática (pain office → «oficina del dolor»),
  • a veces, un diseñador gráfico para dar al texto el formato adecuado,
  • y un gestor de proyectos que orqueste todo el proceso.

Inteligencia artificial: ¿amiga o enemiga?

La IA puede generar rápidamente un borrador, pero sin una corrección humana, le traducción va a resultar extraña, poco fluida e incluso incomprensible. La IA es una alumna brillante pero torpe: útil, sí, pero necesita siempre supervisión.

Localización: adaptar, no sólo traducir

La localización consiste en adaptar un texto a una cultura concreta. A los españoles no se les habla como a los mexicanos, aunque el idioma sea el mismo.

Ejemplo:
En España: Solo en casa.
En Hispanoamérica: Mi pobre angelito.

La misma lógica se aplica a la publicidad, los eslóganes y los folletos: evitar pasos en falso en contextos culturales diversos es crucial.

Si no sabe aguantar una broma, márchese del pueblo

Localizar un texto humorístico es uno de los grandes retos de la profesión de traductor. Lo que provoca risas en Sevilla puede levantar ampollas en Buenos Aires. Las expresiones idiomáticas requieren creatividad: «it’s raining cats and dogs» se convierte en «está cayendo la del pulpo». De hecho, habrá quienes conozcan este dicho popular en España, y quienes no lo hayan oído en su vida (un detalle a tener en cuenta para los traductores que tengan que localizar esta referencia).

Cuando la localización salva el mensaje

Algunas verdaderas joyas:

  • «Piel de gallina al horno»: traducción literal de «Baked Chicken Flesh», cuando estamos hablando simplemente de pollo asado.
  • «Por favor, espere su turno por orden de aparición»: para «Please wait your turn in order of appearance», transformando una cola de espera en los créditos de una película. Luces... cámaras...

En definitiva

Traducir profesionalmente significa transmitir un mensaje sin traicionarlo, teniendo en cuenta el tono, el contexto y la cultura.

Requiere precisión, perspicacia, creatividad... y trabajo en equipo apoyado por la tecnología pero guiado por el talento humano. La próxima vez que leas un texto claro y natural, piensa en los traductores, revisores, terminólogos y gestores de proyectos que se han tirado de los pelos para que todo parezca sencillo... e idiomático.

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Tristan Rochas
Este artículo ha sido escrito por Tristan Rochas, estudiante de primer curso de Traducción Especializada Multilingüe en la Universidad de Grenoble Alpes, especializado en inglés y japonés. Apasionado de las lenguas y de la cultura japonesas, su ambición es continuar sus estudios en Japón y labrarse allí su futuro profesional.
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Publicado el 15/09/2025

Un proyecto de traducción no depende únicamente de las habilidades del traductor. La calidad de la información que proporcionas juega un rol esencial. Un briefing de traducción claro y detallado ahorra tiempo, evita malentendidos y garantiza que el resultado se adapte perfectamente a tus necesidades. Cuanto más precisas sean tus instrucciones, mayor será la garantía de obtener una traducción fiel y eficaz, que encaje perfectamente en tu estrategia de comunicación.

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Por qué es esencial un briefing de traducción

El briefing es la hoja de ruta del traductor. Le ayuda a comprender tus expectativas, a elegir el estilo adecuado y a adoptar la terminología correcta. Sin un briefing, el traductor tiene que adivinar tus intenciones, lo que puede provocar retrasos, correcciones evitables o un resultado que no refleje tu imagen. Un briefing bien elaborado garantiza una colaboración más fluida y unos resultados óptimos. También es una forma de ahorrar tiempo y recursos, al poder anticipar mejor cada etapa.

Define tus objetivos: ¿cuál es la finalidad del texto?

¿Quieres informar a tus lectores, convencerles, venderles un producto o formarles? Dependiendo del objetivo, el estilo y el vocabulario serán diferentes. Un folleto de marketing debe ser atractivo y persuasivo, mientras que un manual técnico requiere claridad, precisión y neutralidad. Explicando tus objetivos desde el principio, evitarás que el traductor tenga que tomar decisiones aproximativas y obtendrás un texto que se ajuste perfectamente a tus intenciones.

Especifica las lenguas de origen y destino

No te limites a indicar la lengua. También debes mencionar la variante deseada: inglés británico o estadounidense, español de España o de Argentina... Estos detalles ayudarán a evitar malentendidos y readaptaciones al final del proyecto. Una traducción que no tenga en cuenta el uso regional de la lengua puede perder impacto e incluso dar lugar a errores de comprensión. Con un briefing bien informado, el traductor se asegura de que se adopta la variante correcta desde el principio.

Detalla el contexto y describe el público objetivo

¿A quién va dirigido el texto? ¿A especialistas que dominan la jerga de tu sector o a un público general que necesita un lenguaje no especializado? El contexto es igual de importante: ¿es un documento interno, una campaña de marketing o una comunicación oficial? Esta información influye no sólo en el tono, sino también en el grado de precisión del vocabulario utilizado. Cuanto más conozca el traductor a tu público, más acertado será el mensaje.

Indica el formato y las necesidades técnicas

Especifica el formato esperado: Word, InDesign, Excel, HTML... si la traducción tiene que ajustarse a un diseño de página o respetar un límite de caracteres (por ejemplo, en un sitio web o una aplicación), indícalo claramente. Estas limitaciones técnicas repercuten directamente en el trabajo del traductor, ya que a veces obligan a reformular o condensar el texto. Indicarlos antes de la entrega aumenta la eficacia y evita ajustes de última hora que conllevan más tiempo y dinero.

Proporciona referencias y ejemplos

Para garantizar la coherencia, comparte tus glosarios, traducciones anteriores, guías de estilo o incluso ejemplos de textos externos que concuerden con tu contenido. Estos documentos ayudan al traductor a entender el tono de tu marca y a mantener la coherencia en todos tus documentos. Proporcionar estos puntos de referencia es un paso sencillo pero muy valioso, pues limita el riesgo de incoherencias o malentendidos.

Establece plazos realistas y planifica las validaciones

Un calendario bien definido evita sorpresas desagradables. Indica la fecha de entrega final, pero también las fases intermedias si es necesario (versión provisional, corrección interna, validación por un departamento específico). Tomarte tiempo para planificar te permitirá anticipar imprevistos, realizar ajustes de manera eficiente y reducir el estrés asociado a los plazos ajustados. Un calendario claro os beneficia tanto a ti como al traductor.

Identificar a las personas de contacto adecuadas

Los traductores deben saber a quién dirigirse en caso de duda. Proporciona un contacto principal que centralice la comunicación con el traductor, para aumentar la eficacia y evitar mensajes redundantes. Esto garantizará que la comunicación fluya sin problemas y que cualquier problema que pueda bloquear el avance del proyecto se resuelva rápidamente. Una persona de contacto receptiva y disponible garantiza un seguimiento fluido y profesional.

Checklist: los 8 puntos de un briefing eficaz

  1. Objetivos claros y detallados
  2. Lenguas de origen y de destino (con variaciones regionales)
  3. Descripción del público objetivo y del contexto
  4. Formatos y limitaciones técnicas
  5. Glosarios y documentos de referencia
  6. Calendario preciso con etapas de validación
  7. Datos de los contactos clave
  8. Cualquier instrucción especial relativa al proyecto

Un briefing de traducción ahorra tiempo y es garantía de calidad. En Abroadlink trabajamos contigo desde la preparación de tus briefings para sacar el máximo partido a tus proyectos multilingües.

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Djobdi SAIDOU

Assistant marketing chez Abroadlink, Djobdi SAÏDOU est actuellement en deuxième année de Master Langues Étrangères Affaires Internationales à l'Université de Lorraine. Il est également titulaire d'une licence de langues étrangères appliquées.

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Publicado el 08/09/2025

El inglés es una de las lenguas más habladas del mundo y, sobre todo, la lengua del comercio y los negocios internacionales. Por ello, en muchos países no anglófonos se abre un debate en cuanto a su uso en las lenguas locales. Te contamos las diferencias de este debate en Francia y en Quebec, la provincia francófona de Canadá: entre la defensa cultural y el pragmatismo lingüístico. Análisis y ejemplos.

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Quebec: una defensa activa e institucionalizada del francés

En Quebec la preservación de la lengua francesa tiene una gran importancia social e incluso institucional. La OQLF (Oficina Quebequesa de la Lengua Francesa), creada en 1961, es un claro ejemplo de ello: su misión es promover y proteger el uso del francés frente al inglés en la provincia. Este papel se vio reforzado por la Carta de la Lengua Francesa (proyecto de ley 101) aprobada en 1977, que estableció oficialmente el francés como lengua de la administración, la educación y el comercio.

Pero, ¿por qué tanta reticencia a utilizar el inglés?

Históricamente, el inglés ha sido la lengua dominante en Norteamérica desde la conquista británica en 1763. Como minoría francófona en un océano anglófono, Quebec considera su lengua como una marca esencial de su identidad.

Para protegerlo, la provincia has desplegado leyes estrictas y un proceso de «francofonización» de palabras inglesas para mantener un vocabulario diferenciado. Así, anglicismos de uso común en Francia como e-mail, spam o sweatshirt (sudadera) se convierten en courriel, pourriel y chandail respectivamente. Algunas de estas equivalencias pueden resultar extrañas, pero reflejan un verdadero reto: preservar la lengua francesa en un contexto en el que el uso del inglés se impone en ámbitos como la tecnología, la ciencia o el comercio internacional.

Esta vigilancia de los quebequeses se explica por un contexto histórico y cultural particular, en el que cada palabra en francés se considera un gesto para preservar la identidad. Sin embargo, al otro lado del Atlántico, la situación es muy diferente. Los anglicismos circulan libremente en la vida profesional y cotidiana, a menudo sin generar polémica.

Pero, ¿por qué Francia acepta estos anglicismos?

En Francia, se pueden encontrar anglicismos en casi todos los sectores, especialmente en el mundo profesional. Expresiones como start-up, afterwork, briefing, open space o business plan se han convertido en lugares comunes, incluso entre quienes defienden más fervientemente la lengua de Molière.

La Academia Francesa de la lengua y la base de datos oficial FranceTerme publican regularmente equivalentes en francés: mot-dièse para hashtag, courriel para e-mail, jeu vidéo de tir à la première personne para first-person shooter... Pero estas alternativas no lo tienen fácil para establecerse, ya que a menudo se consideran menos «contundentes» o menos prácticas que los términos en inglés.

En 2022, la Academia de la lengua denunció una «explosión» de anglicismos en la comunicación institucional y mediática, argumentando que pueden crear una fractura social entre quienes dominan estos términos y quienes se ven sometidos a ellos (The Guardian). Sin embargo, su uso en el día a día de los hablantes no para de crecer, sobre todo en publicidad, moda, tecnología y deporte.

Ejemplos recientes ilustran esta dualidad:

  • En el ámbito de los videojuegos, el intento de popularizar jeu vidéo de tir à la première personne en lugar de las siglas en inglés FPS no ha logrado convencer a los jugadores.
  • La palabra streamer, omnipresente en las plataformas, rara vez se sustituye por diffuseur en direct, a pesar de las recomendaciones oficiales.

Dos enfoques, un objetivo

Quebec y Francia tienen una cosa en común: preservar y promover la lengua francesa. Pero sus estrategias difieren:

  • En Quebec, proteger la lengua francesa es una misión cultural y política. El marco institucional, encarnado por la OQLF, pretende sustituir sistemáticamente los anglicismos y mantener un vocabulario diferenciado en la provincia.
  • En Francia, la actitud es más pragmática. Los anglicismos forman parte del lenguaje cotidiano, aunque su uso pueda suscitar debates. Instituciones como la Academia Francesa intentan proponer alternativas, pero su adopción no llega a generalizarse.
  • En Bélgica, en cambio, este debate sobre los anglicismos no se plantea, ya que el país se ha comprometido a preservar sus lenguas oficiales (francés, neerlandés y alemán) mediante la libertad lingüística, lo que significa que los hablantes no están obligados a utilizar una sola lengua, sino varias si así lo desean. Esto también proporciona una facilidad lingüística para las minorías en determinados municipios.
  • En Argelia, por ejemplo, ha habido una tendencia a la disminución del uso del francés, sobre todo en la enseñanza nacional, para preservar las lenguas locales (árabe y tamazight), pero también ha aumentado el uso del inglés.

Todos estos ejemplos nos muestran una gran diversidad en el uso de préstamos del inglés (o de otras lenguas) y de políticas de conservación lingüística. Mientras que algunas comunidades lingüísticas intentan preservar sus lenguas locales (como Quebec o Argelia), otras tienen un enfoque más pragmático (como Francia o Bélgica), con políticas de conservación más relajadas y un uso más flexible de la lengua.

En última instancia, estos dos enfoques reflejan realidades lingüísticas diferentes

En Quebec, el inglés es un vecino dominante al que hay que contener; en Francia, una influencia con la que lidiar. En ambos casos, la cuestión de los anglicismos refleja un reto común: adaptar la lengua francesa a un mundo cambiante, preservando su identidad y riqueza. Al fin y al cabo, todas las lenguas del mundo se forman por contacto con otras: la relación actual entre el inglés y el francés es solo un capítulo más de esta gran historia de intercambio lingüístico.

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Tristan Rochas
Este artículo ha sido escrito por Tristan Rochas, estudiante de primer curso de Traducción Especializada Multilingüe en la Universidad de Grenoble Alpes, especializado en inglés y japonés. Apasionado de las lenguas y de la cultura japonesas, su ambición es continuar sus estudios en Japón y labrarse allí su futuro profesional.
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