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¿Por qué el inglés es el idioma de la ciencia?

Publicado el 24/10/2022

El primer artículo que hablaba sobre la interacción molecular de Albert Einstein fue publicado en alemán, la obra de Marie Curie se dio a conocer al mundo en francés, Philosophiæ naturalis principia mathematica de Isaac Newton fue escrito en latín. ¿Te has preguntado por qué hoy los trabajos científicos se publican en inglés?

Sabemos que una de las bases de la ciencia es la suma de los esfuerzos de la comunidad científica. La gran pirámide del conocimiento se fabrica con los ladrillos que crean los investigadores en cualquier lugar del mundo, y se unen cuando se comparten los resultados obtenidos en las investigaciones.

Sin embargo, esto no explica por qué usamos el inglés como idioma para la ciencia. Es muy sencillo decir que el motivo único es que se trata de la lengua universal (aunque sí tiene un peso importante) porque vimos antes que ha habido publicaciones importantísimas en otros idiomas. Incluso muchos textos científicos de hace apenas 100 años están escritos en ruso, japonés o chino. Lo cierto es que el tema es bastante más amplio, pero vayamos por el principio.

Índice de contenidos

Index of contents

Index du contenu

Inhaltsverzeichnis

Indice dei contenuti

  1. La guerra de los idiomas
  2. ¿Un boicot contra los académicos alemanes?
  3. Las desventajas del inglés como idioma de la ciencia
  4. Conclusión

1. La guerra de los idiomas

Michael Gordin, historiador de la Universidad de Princeton, relata que en los años 50 el inglés representaba cerca del 50% de los textos de ciencias naturales. El siguiente idioma más cercano es el ruso, pero con apenas el 20% en comparación. En apenas 20 años, el inglés despegó como el idioma de la ciencia e hizo retroceder al francés y chino hasta casi desaparecerlos de los textos científicos.

Para llegar a este punto, la historia fue más o menos así:

Cerca de 1880, el inglés, el francés y el alemán tenían la misma relevancia dentro de la ciencia. Fue a comienzos del siglo XX que se comenzó a ver una leve caída del francés, un pequeño surgimiento del inglés y una extensión casi arrolladora del alemán. Aquí cabe preguntarse más bien lo que pasó con el alemán.

2. ¿Un boicot contra los académicos alemanes?

La Primera Guerra Mundial fue la causa y el origen de poderosos antagonismos nacionalistas. Los franceses, belgas, estadounidenses y británicos se unieron para hacer retroceder la influencia de los académicos alemanes y austriacos.

El golpe para el alemán fue devastador: menos personas publicaron en revistas alemanas si no eran hablantes nativos de ese idioma, a la vez que menos personas eligieron leer las publicaciones.

Todo pareció tener una tendencia hacia la recuperación, incluso el alemán que se había estabilizado paulatinamente. Pero se estableció el nazismo en 1933 y todo el panorama volvió a cambiar a un ambiente de guerra.

Los científicos judíos, los socialistas y los que estuvieron en contra del nuevo régimen emigraron del país para acabar en EE.UU. o Reino Unido, donde adoptaron el inglés como su lengua principal. El nuevo régimen alemán puso restricciones importantes a las visas que frenaron la llegada de nuevos estudiantes, sin mencionar el control exhaustivo de las publicaciones.

Aquí hubo un quiebre en las redes de comunicación de los académicos, en especial entre los que hablaban alemán. Después de un tiempo se restablecieron, pero esta vez con sedes en ciudades como Princeton, San Francisco y Boston, las cuales sustituyeron a Frankfurt, Colonia y Viena.

3. Las desventajas del inglés como idioma de la ciencia

Sabemos que tiene grandes beneficios la existencia de un solo idioma para las publicaciones científicas, siendo que ahora cerca del 90% de las publicaciones importantes son en inglés. Ya hemos mencionado que la comunicación entre científicos es el pilar del avance, pero ¿qué otras consecuencias traen esta práctica?

Quizás la más importante es que la riqueza de los registros se pierde. Una persona que no escribe en su lengua natal no tiene la misma destreza para describir y registrar sus ideas, además de que los nativos deben facilitar y agilizar sus textos en pro de la comunicación para un no nativo. Aquí estamos intercambiando la comunicación a costa de la precisión.

Por otro lado, personas con un gran potencial para la ciencia quedan relegados a un segundo o plano (y hasta fuera) de sus carreras por no dominar el inglés. Esto supone en una traba al progreso científico.

4. Conclusión

El inglés como lengua universal de la ciencia es un hecho relativamente reciente, y que se acentuó por motivos políticos y bélicos. Es esta clase de factores los que determinan la relevancia de un idioma sobre el otro. Sin esas dos guerras, quizás estaríamos haciendo las publicaciones en alemán.
Por otro lado, conviene tener una lengua en común dentro de la ciencia, ¿pero el precio a pagar vale la pena? Es un cálculo imposible de hacer.

Lo que sí queda claro es que los idiomas evolucionan, y si necesitas una traducción de tu artículo científica en inglés ponte en contacto con nuestra agencia de traducción AbroadLink. ¡Nosotros te ayudaremos!

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Virginia Pacheco

Escritora para blogs y Community Manager interesada por la multiculturalidad y la diversidad lingüística. Desde su Venezuela natal, ha viajado y vivido largas temporadas en Francia, Alemania, Camerún y España, transmitiendo a su pasión por la escritura su experiencia intercultural.

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