Traducción de idiomas muertos

Al igual que los humanos, los idiomas no son inmortales. De los aproximadamente 7.000 idiomas (una cifra muy aproximada) que se hablan actualmente, la UNESCO estima que cerca de la mitad están en peligro de extinción a corto plazo.
Por qué seguimos preocupados por las lenguas muertas en el siglo XXI y por qué necesitamos traducirlas?
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¿Qué significa que un idioma ha muerto?
Una lengua muerta es una lengua cuyo último hablante nativo ha desaparecido. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, desde 1950 se han extinguido aproximadamente unos 230 idiomas.
Los idiomas mueren más rápido a medida que el mundo va globalizándose. Actualmente se estima que cada dos semanas desaparece un idioma.
Sin embargo, el hecho de que un idioma esté muerto no significa que no se siga utilizando o que no pueda requerir una traducción de calidad hacia un idioma más moderno. Por eso, las agencias de traducción desempeñan un papel importante.
La diferencia entre las lenguas muertas y las lenguas antiguas
Uno prefiere hablar un idioma antiguo siempre y cuando el idioma sigue siendo leído y escrito, a pesar de que ya no se hable. Por este motivo el latín sigue siendo utilizado en los círculos eclesiásticos y sigue siendo un idioma oficial del microestado del Vaticano.
El latín, una antigua lingua franca, ha conservado su prestigio. Por otro lado, otras lenguas como el galo han desaparecido casi por completo, a excepción de unas pocas palabras. El rasgo común de la gran mayoría de las lenguas muertas es que se basan en la oralidad (o incluso en el sonido) y no en la palabra escrita. Por esta razón, son particularmente vulnerables a la extinción.
Los textos en lenguas muertas y antiguas están en su mayoría lejos de poder ser bien traducidos al español moderno.
El uso y la traducción de las lenguas antiguas en el siglo XXI
Las lenguas antiguas, principalmente el griego o el latín, facilitan el aprendizaje de los idiomas a los que dieron las bases. Ingrid Mosquera Gende, en su publicación «La importancia de las lenguas muertas en la enseñanza de una lengua a extranjeros» publicada en la Universidad de La Coruña, enumera las muchas ventajas de aprender una lengua muerta.
Incluso hoy en día, las traducciones de calidad de las lenguas antiguas pueden ser necesarias para trabajos académicos o recuerdos que requieran traducciones fiables, por ejemplo.
Campos disciplinarios enteros como la teología, la historia o la arqueología se basan en la literatura escrita en lenguas antiguas, por lo que la traducción de este tipo de idiomas resulta esencial.
Dificultades para traducir de una lengua muerta
Traducir de un idioma extinto a un idioma moderno conlleva muchas dificultades. Una de ellas es el hecho de que no hay ningún hablante nativo disponible que pueda comprobar la calidad de la traducción.
Traducir correctamente una lengua muerta también incluye la comprensión de la cultura asociada, que, por supuesto, también está extinta. Por consiguiente, un buen traductor debe tener algún conocimiento previo de la historia para poder realizar su trabajo de traducción de manera eficiente.
Por esta razón, una buena agencia de traducción tiene en su base de datos a lingüistas, normalmente académicos estudiosos de esas lenguas, que dominan tanto las lenguas clásicas como las vernáculas (o lenguas comunes). Esto les permite tener el enfoque óptimo para tratar con traducciones especializadas como las traducciones de las lenguas muertas.
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Escritora para blogs y Community Manager interesada por la multiculturalidad y la diversidad lingüística. Desde su Venezuela natal, ha viajado y vivido largas temporadas en Francia, Alemania, Camerún y España, transmitiendo a su pasión por la escritura su experiencia intercultural.
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