La traducción de poderes notariales
El poder notarial es uno de esos documentos que siempre —o en la mayoría de los casos—requieren de una traducción jurada.
Recordemos que, como te contaba en mi artículo sobre ¿Cómo se hace la traducción de documentos oficiales?, no es lo mismo la traducción jurada que la traducción jurídica.
En este artículo te voy a contar todo lo que necesitas saber para solicitar la traducción de un poder notarial, así como los casos en los que puedes necesitar una traducción jurada —con la firma y sello de un traductor homologado— en lugar de una traducción jurídica simple.
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1. ¿Qué es un poder notarial?
Según la definición del diccionario de la Real Academia Española, un poder notarial es todo aquel documento de carácter público por el que se autoriza a una persona a realizar una determinada actividad en el tráfico jurídico.
¿Esto qué quiere decir exactamente?
Pues bien, esto quiere decir que una persona —el poderante o mandante— da "permiso" legal a otra persona —el representante, apoderado o procurador— para que actúe en su nombre en cualquier actividad de carácter jurídico y oficial.
¿Qué tipos de poder notarial existen?
Algunos de los principales tipos de poderes notariales que puedes encontrar en España son los siguientes:
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Poderes para pleitos: facultan a un abogado, procurador o ambos para que te representen durante un litigio.
- Poderes preventivos: facultan a una persona física o jurídica para que te represente cuando ya no puedes hacer por ti mismo. Por ejemplo, en caso de pérdida de las facultades mentales.
- Poderes especiales: facultan a una persona para supuestos muy concretos.
- Poderes para solicitar el voto por correo: facultan a una persona para que realice en tu lugar las gestiones necesarias para solicitar la documentación durante el período establecido dentro del período electoral.
Así mismo, visto todo lo anterior, se puede decir que hay dos grandes tipos de poderes notariales. Por un lado, tienes los poderes generales, que son poderes amplios, por los cuales se permite al apoderado actuar ante juzgados y tribunales. Por otro lado, te encontrarás con los poderes especiales, que se generan para un acto en concreto y pierden su validez tras la finalización de dicho acto.
2. ¿Cuándo debes solicitar la traducción de poderes notariales?
Necesitarás solicitar la traducción de poderes notariales siempre y cuando tu poder notarial esté redactado en una lengua diferente de la lengua oficial del país donde ha de presentarse dicho poder.
Es decir, imagina que tienes un poder notarial escrito en polaco y deseas presentarlo ante la administración española. En este caso, para que dicho poder tenga validez para la administración española este deberá estar correctamente traducido al español.
Y aquí debemos volver al inicio del artículo, donde ya adelantaba que no es suficiente con una traducción simple o una traducción jurídica. Dado que este tipo de documentos tienen carácter oficial, deberemos buscar la ayuda de un traductor oficial jurado en España — si ese es el país de presentación por supuesto.
Por lo tanto, lo que necesitarás en este caso es una traducción jurada del poder notarial, que incluya la firma y sello de un traductor jurado profesional (nombrado por el MAEC).
3. ¿Cómo solicitar la traducción de poderes notariales?
Como he mencionado en el apartado anterior, necesitarás un traductor jurado para que el documento resultante tenga validez legal. Por lo tanto, la traducción la tendrá que hacer uno de traductores profesionales reconocidos y nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
De hecho, se puede establecer un claro paralelismo entre la figura del notario y la del traductor jurado, ya que ambos profesionales dan fe de que el documento que producen es fiel e incorporan su firma y sello para dotarlo de validez.
En este caso, lo más recomendable es consultar con una agencia de traducción a interpretación jurídica. Es decir, una agencia de traducción especializada en este tipo de traducción, que ya cuenta con los profesionales adecuados para cada tipo de encargo.
Y, en cualquier caso, no debes olvidar nunca consultar con la administración y organización donde presentes la documentación para asegurarte de que realmente necesitas la traducción y, en su caso, qué tipo de traducción necesitas: jurada o simple.
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